Historia de la Hermandad
Se fundó en el año 1770, siendo Prior General de la Orden de servitas el Rvdo. P. Maestro Fray Francisco Ramón Adami y su secretario, el Rvdo. P. Fray Pedro Costa, a solicitud del Dr. D. Francisco Malo de Medina, presbítero, y otros muchos devotos de esta villa.
Estaba compuesta por seglares de ambos sexos que intentan imitar a los religiosos servitas, guardando y cumpliendo las normas de esta Congregación, por esto estaban un año preparándose para formar parte de la Hermandad, lo que llamaban tomar hábito y profesar. Según el decreto del Padre General de los siervos de María, ésta se basaba en la oración, meditación de la pasión del Señor y los dolores de la Virgen, en la mortificación y penitencia, el amor entre los hermanos y la caridad con los más pobres
Después de la Guerra Civil, los hermanos de la Virgen, junto con el Párroco don Román Lobato, organizan la Hermandad siendo presidente D. Victoriano del Cerro, secretario D. Zacarías Pérez, tesorero D. Félix Pérez y ejerciendo como padre corrector el Párroco don Román. Comienzan restaurando la ermita con limosnas que dan los hermanos y el pueblo en general, como una herencia de don Jesús Fernández Torres.
Con la venta de algunas fincas, pueden acabar las obras y poner el retablo. Es imprescindible que la ermita quedara restaurada para los cultos que se celebrarían en ella en honor a la Virgen de los Dolores, cuya actual imagen es comprada por un hermano, ya que la antigua fue destruida unos años atrás.
Como datos curiosos relacionados con esta restauración de la ermita hay que decir que en 1942 se coloca el retablo que tuvo un coste de 27.813 pesetas y tuvo que ser pagado en tres veces. En el mismo año se coloca la campana del tejado que aún hoy sigue en su sitio, y tiene un precio de 1.755 pesetas. En 1943 se instalan las puertas del cancel, que tienen un valor de 3.500 pesetas.
Estaba compuesta por seglares de ambos sexos que intentan imitar a los religiosos servitas, guardando y cumpliendo las normas de esta Congregación, por esto estaban un año preparándose para formar parte de la Hermandad, lo que llamaban tomar hábito y profesar. Según el decreto del Padre General de los siervos de María, ésta se basaba en la oración, meditación de la pasión del Señor y los dolores de la Virgen, en la mortificación y penitencia, el amor entre los hermanos y la caridad con los más pobres
Después de la Guerra Civil, los hermanos de la Virgen, junto con el Párroco don Román Lobato, organizan la Hermandad siendo presidente D. Victoriano del Cerro, secretario D. Zacarías Pérez, tesorero D. Félix Pérez y ejerciendo como padre corrector el Párroco don Román. Comienzan restaurando la ermita con limosnas que dan los hermanos y el pueblo en general, como una herencia de don Jesús Fernández Torres.
Con la venta de algunas fincas, pueden acabar las obras y poner el retablo. Es imprescindible que la ermita quedara restaurada para los cultos que se celebrarían en ella en honor a la Virgen de los Dolores, cuya actual imagen es comprada por un hermano, ya que la antigua fue destruida unos años atrás.
Como datos curiosos relacionados con esta restauración de la ermita hay que decir que en 1942 se coloca el retablo que tuvo un coste de 27.813 pesetas y tuvo que ser pagado en tres veces. En el mismo año se coloca la campana del tejado que aún hoy sigue en su sitio, y tiene un precio de 1.755 pesetas. En 1943 se instalan las puertas del cancel, que tienen un valor de 3.500 pesetas.